El lugar de dirección y coordinación de equipos tiene como objetivo conjugar diferentes necesidades (usuarios, institución, equipos, etc.). Este curso nos ha ayudado a seguir construyéndonos en ese lugar a través de herramientas teóricas aportadas por la teoría de grupos operativos de Pichón Rivière y los seis vectores del cono invertido.

  1. Afiliación y pertenencia
  2. Cooperación
  3. Pertinencia
  4. Comunicación
  5. Aprendizaje
  6. Telé

Estos seis vectores facilitan un encuadre a la hora de conocer y evaluar el funcionamiento del grupo, entendiendo el equipo como herramienta para la tarea y como un grupo humano con una construcción única e inequívoca, que está en continuo movimiento.

En nuestro caso, la tarea es acompañar en procesos de vida de personas con elevado sufrimiento. Para llevar a cabo esta tarea, son importantes estos seis vectores que nos hablan del reconocimiento como miembro del equipo (afiliación y pertenencia), la cooperación como conjunto de personas que se necesitan mutuamente dejando a un lado la rivalidad (cooperación), el grado de compromiso e implicación con la tarea (pertinencia) , la importancia de la comunicación (comunicación) , la capacidad del equipo de incorporar e integrar a través de la experiencia (aprendizaje) y por último la capacidad o disposición que tenemos para trabajar con el otro (Telé).

Sin duda, aspectos fundamentales a cuidar y tener en cuenta cuando trabajas en equipo.

Además de la aportación teórica, estas tres sesiones han sido un espacio seguro de intercambio, de parar, pensar y compartir experiencias y “saberes”. Me quedo con la importancia de generar espacios tan ricos como este, de aprendizaje y cuidado.

Araceli Romero Ortega. Residencia «Santa Anna» (Vila-real, Castelló)

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