Me gustaría comentar en este post que normalmente no suelo atreverme a escribir comentarios sobre la formación que recibimos, y este caso en un principio no sería distinto. Cuando recibí el correo animándome a poder compartir esta experiencia formativa pensé “uf, madre mía, espero que no sea obligatorio” y con este pensamiento me planté en el curso “Hacia una salud mental colectiva”. Bueno, pues qué decir de este curso. Lo primero, que según fueron pasando las horas, horas que parecían segundos, todo hay que decirlo, fueron apareciendo de manera más notoria mis ganas de poder compartir con todas vosotras mi experiencia en este curso y mis sensaciones del mismo.

El curso, que ha sido un soplo de aire fresco al pensamiento estancado que a veces los años de trabajo te generan, lo imparte Miguel Salas Soneira, educador social, entre otras muchas cosas y actualmente profesor en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Es un curso en el que, de una manera verdaderamente artística, se integra la teoría, específica de la Educación Social, con una puesta en práctica muy respetuosa y divertida al mismo tiempo. La innovación, dinamismo, frescura y sorprendente acción para motivar a las participantes del curso fueron la dinámica de los dos días que duraba esta formación. Para empezar, a todas nos resultó sorprendente que fuera una persona titulada en Educación Social la que impartiera el curso, por lo que estábamos expectantes, ya que son pocas las ocasiones en las que la formación es específica para esta rama profesional. Han sido dos días en los que se nos ha mantenido activos y atentos en todo momento, ya que había un reconocimiento de la Educación Social en el ámbito de la Salud Mental acercándonos a las teorías de homónimos sin grandes pretensiones ni títulos, pero con grandes saberes.

Ha resultado una forma muy novedosa de traer el conocimiento, creando un espacio de reflexión, contando también con una parte activista y reivindicativa que motiva el cambio para que se tenga más en cuenta el contexto a la hora de pensar en la Salud Mental. Las expectativas del entorno, las emociones inexpresadas, el impacto de la narrativa biomédica, el auto-estigma o la vulnerabilidad has sido entre otros, temas que se nos han puesto encima de la mesa a la hora de pensar en las aparición del sufrimiento psíquico de las personas a las que acompañamos, dando cabida en todo momento a la idea de recuperación a través de estrategias más humanas, y sobre todo, pensadas y compartidas con las personas que sufren.

Sin pretensiones de alargarme mucho, porque es mejor vivirlo que esperar a que te lo cuenten, solo me gustaría añadir que os animo a todas a que os apuntéis a esta formación, porque creo sinceramente que te lleva inevitablemente a la reflexión sobre el trabajo que realizamos, y toda reflexión continua siempre es buena.

Marta Jiménez Sánchez. Centro de Rehabilitación Psicosocial «Alcorcón«

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