«Una casa para ser madre en libertad». Así describe el diario El País a Casa Verde, el programa de prevención, apoyo y seguimiento para hijos e hijas de personas con problemas de salud mental o inestabilidad emocional de Fundación Manantial.

«No es qué tienes, es qué te pasó. No es un defecto, es una historia. No es una tara, es una suceso. Casa Verde es un proyecto que lucha por cambiar el modelo de atención a las madres y padres con problemas de salud mental. Se fundamenta en escuchar, apoyar sin juicios ni paternalismos, respetar derechos». El periodista de El País, Jaime Ripa, ha querido dar visibilidad a este proyecto que apuesta por el derecho de las mujeres con problemas de salud mental a ejercer la maternidad con los apoyos profesionales necesarios y en el que el objetivo esencial de la intervención es apoyar la crianza para generar vínculos sanos entre las madres, padres y sus niños/as en los primeros años de vida y poder dotar de herramientas a los niños que se enfrentarán a lo largo de la vida a distintas situaciones que van a requerir una respuesta psíquica determinada y que, de no poseerla, puede quebrar su salud mental.

Para conocer mejor el proyecto y profundizar en el tema de la maternidad en mujeres con problemas de salud mental, El País ha entrevista a Silvia García, activista en primera persona en salud mental, mediadora de lectura y madre. “Es una herida que tiene que ver con el desamparo y la hostilidad. La mayor parte de personas con problemas de salud mental tienen vidas difíciles, han sufrido abandono o abusos. Y si eso no se trata, puede ser devastador”.

Sara Molina, terapeuta ocupacional de Casa Verde, y Carlos Rodríguez, trabajador social, han explicado cómo se trabaja con los niños, niñas y sus progenitores en el programa y cómo ven que se consiguen resultados. “Nos encontramos madres que están muy solas y tienen poco apoyo social. Con ayuda especializada crece su confianza para criar y se refuerza el vínculo con los hijos”.

Casa Verde es un compromiso para terminar con el mito en torno a quienes sufren por un trastorno mental severo: que padecerlo te incapacita para desear ser padre o madre y para ejercer como tal. Al contrario, las personas con problemas graves de salud mental quieren tener hijos, y son padres y madres tan suficientemente buenos como puede serlo cualquier persona. Para conseguirlo, la entrevista acaba con una petición de Silvia: “Sería bueno que hubiese Casas Verdes para cualquier padre. Habría que multiplicar los recursos de este tipo”.

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