Desde el inicio de la formación “Rehabilitación psicosocial: favoreciendo la reconstrucción subjetiva en comunidad”, Miguel Ángel Castejón no deja de hacer hincapié en lo importante que es entender la historia y el recorrido vital de las personas con sufrimiento psíquico, así como de acompañarles en el proceso de encontrar y/o construir una explicación benévola, sin juicios ni castigos, que permita comprender qué les ha pasado para llegar a su situación actual.

Para poder ofrecer apoyos en la construcción de un proyecto de vida, debemos huir de los planteamientos de la lógica biomédica e interesarnos, de manera curiosa y respetuosa, por la persona y sus experiencias vitales, así como facilitarle espacios en que se sienta validad. Este debe ser nuestro punto de partida.

La esperanza siempre es fundamental, pero especialmente en aquellos contextos en que las personas han sido vulneradas, como es el caso de las personas con sufrimiento psíquico. Conocer a la persona, cómo se formó su psiquismo y su subjetividad es fundamental para poder mantener una relación basada en el respeto y la colaboración, en la que lo importante sea siempre el proceso y no tanto los resultados.

No hay mejor tratamiento que el trato. La comunicación bidireccional, hablar de nuestros miedos, nuestras preocupaciones, estar disponible,… nos va a ayudar a generar relaciones de confianza y espacios de reconstrucción con aquellas personas que han sido dañadas. Y nunca debemos olvidar que la vulnerabilidad es colectiva, no individual, por lo que todas las personas necesitamos a lxs demás para vivir y desarrollar nuestros proyectos, siendo nuestra obligación apoyar a aquellas personas que han sido especialmente vulneradas, debido a sus condiciones sociales y circunstancias vitales.

Cinta Monleón. Vivienda supervisada Vall d’Uixó.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *