El color de la comprensión, ¿de qué color sería? En ocasiones pienso que neutro, ni blanco ni negro, ni de ningún color. En otros momentos, mucho más acertados, creo, pienso que el color de la comprensión es de tooooodos lo colores, sí, eso he dicho, de todos los colores porque cada persona tiene un color en su cabecita, hoy puede ser negro o gris, pero mañana o quizá en un tiempo el color cambie a verde, rojo o azulado.

Por este motivo, para mí, la comprensión es saber esperar, saber estar, saber no juzgar a la persona que tienes delante. Lo sé, es verdaderamente complicado, pero yo, personalmente, es lo que necesito para sentirme comprendida, para sentirme, digamos, un poco más “integrada”.

De esta forma, a través de la comprensión, yo soy capaz de “abrirme”, de empezar a hablar a pesar de costarme horrores hablar de lo que en realidad me duele y me hace daño, pero, de esta forma, creo, se abre el camino, mi camino hacia lo encubierto, hacia lo “desterrado”.

Vanesa Romero

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *